El 13 de febrero
del 2001 El Salvador fue impactado por un segundo terremoto en 30 días,
este de gran magnitud y poca profundidad, tuvo un alto poder
destructivo, en cuestión de 10 segundos la vida de Cojutepeque cambio
totalmente. Afectó a las construcciones que habían resistido el primer
sismo del 13 de enero y causó el colapso de algunas viviendas que sólo
habían sufrido daños leves o moderados durante éste y que eran
recuperables.El 13 de febrero
del 2001 El Salvador fue impactado por un segundo terremoto en 30 días,
este de gran magnitud y poca profundidad, tuvo un alto poder
destructivo, en cuestión de 10 segundos la vida de Cojutepeque cambio
totalmente. Afectó a las construcciones que habían resistido el primer
sismo del 13 de enero y causó el colapso de algunas viviendas que sólo
habían sufrido daños leves o moderados durante éste y que eran
recuperables.El 13 de febrero
del 2001 El Salvador fue impactado por un segundo terremoto en 30 días,
este de gran magnitud y poca profundidad, tuvo un alto poder
destructivo, en cuestión de 10 segundos la vida de Cojutepeque cambio
totalmente. Afectó a las construcciones que habían resistido el primer
sismo del 13 de enero y causó el colapso de algunas viviendas que sólo
habían sufrido daños leves o moderados durante éste y que eran
recuperables.
Por su cercanía
al epicentro del sismo, los mayores daños se concentraron en los
departamentos de Cuscatlán, La Paz y San Vicente, áreas que ya habían
sido dañadas en el terremoto de enero.
Los daños
estimados que ocasionaron los terremotos del año 2001, en el municipio
de Cojutepeque fueron los siguientes: un aproximado del 32% de las
viviendas destruidas, otro 10% agrietadas en sus estructuras; daños a la
infraestructura pública y privada como las Iglesias católicas de San
José ubicada en el Barrio San José y de San Juan Degollado, ubicada en
las Alamedas de San Juan, 5 centros educativos incluyendo el Centro
Escolar Eulogia Rivas, así como edificios privados los que resultaron
parcialmente destruidos. De igual forma hubo deslizamientos de tierra
que provocaron el bloqueo y corte en algunos tramos de las vías de
acceso hacia los cantones de La Palma y Cujuapa, dejando a varias
familias incomunicadas. También se estima que un 15% de la población
sufrió lesiones leves y unas 60 personas fallecieron.
En resumen, los
danos en la vivienda en el municipio de Cojutepeque fue de 2,165
viviendas destruidas y 1,096 dañadas. En detalle, en la zona urbana 1063
viviendas destruidas y 939 viviendas dañadas. En el cantón Jiñuco un
total de 111 viviendas fueron destruidas y 11 dañadas; en Cujuapa 147
viviendas destruidas y 14 sufrieron danos, en el cantón La Palma 165
viviendas destruidas y 4 dañadas. Los Naranjos un total de 174 viviendas
fueron destruidas y 38 dañadas. En el Cantón El Carrizal 259 viviendas
fueron destruidas y 41 dañadas, y en el cantón Ojo de Agua un total de
246 viviendas destruidas y 49 dañadas. (Fuentes: medios de prensa
salvadoreños).
A 15 años del terremoto, recordando a Ana Elizabeth Chicas,
una heroína Cojutepecana
En Candelaria, Cuscatlán, existe una heroína, una leyenda, una maestra
que revive en las pupilas de las personas que la recuerdan; mientras las
sílabas de su nombre se mezclan con una muestra de afecto, respeto y
admiración. Pero su recuerdo lleva una punzada agridulce, porque no puede
desprenderse de una de las experiencias más dolorosas provocadas por la
naturaleza.
Hace 12 años, el país se recuperaba del devastador terremoto que sacudió
a la nación el 13 de enero de 2001, pero exactamente un mes después, el
martes 13 de febrero a las 8:22 de la mañana no hubo una réplica sino
otro terremoto de 6,6 grados en la escala de Richter.
La expresión “Llueve sobre mojado” nunca significó tanto. Ese día, el
centro del municipio de Candelaria, en Cuscatlán, perdió su iglesia y su
escuela parroquial junto con ocho de sus alumnos y una profesora que
intentaba ayudarlos.